miércoles, 1 de abril de 2009

Hacerlo todo para Dios

Todos los días tenemos que hacer cosas que no nos gustan. Ya sea levantarnos temprano, o ir al colegio, sacar la basura, fregar, entre otras cosas. Puede que pongamos mucho empeño en hacer esas cosas que nos encantan, pero y qué de las cosas que no son tan agradables? Normalmente las hacemos a medias y/o con mala actitud.

La Biblia dice 1 Corintios 10:31 "ya sea que coman o beban o hagan cualquier cosa, háganlo todo para la gloria de Dios". También dice en colosenses 3:23 "Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo". Dice que hagamos TODO como si fuera para él. No sólo las cosas que creemos que tienen que ver con Dios. Realmente todo tiene que ver con él, si decidimos hacerlo con esa actitud.

Hacer algo para Dios implica hacerlo lo mejor que podamos y sin quejarnos constantemente. La mediocridad no es una opción cuando le estás dedicando algo al Señor.


Y tú? Qué piensas de esto? Déjanos tu comentario!

4 comentarios:

  1. Como todos nosotros siendo nada Dios nos ama y es sierto nosotros nos coplicamos y nos segamso , mas Dios nosecomplica nosotros elejimos el camino espero siempre seguier siendo o mentalisando para el Dios nos ama y el no quiere que nos perdamos

    ResponderEliminar
  2. Me gusto mucho , siempre he querido hacer TODO para Dios, pero debo admitir que las cosas que no me gusta hacer tengo que aprender a que también son para Dios, porque para él es que vivimos

    ResponderEliminar
  3. EFESIOS 6:1-9 HABLA UN POCO SOBRE EL TEMA, para ser siervos fieles para Dios debemos evitar la concupiscencia y confiar mas en su palabra que en nuestro corazón lo digo por que nuestro corazón es engañoso... Dios me los bendiga mucho mucho Dios es amor pero también fuego consumidor, y para concluir guardemos nuestra salvación con temor y temblor esperando con anhelo la venida de Nuestro Señor Jesucristo..

    ResponderEliminar
  4. Con frecuencia separamos lo secular de lo espiritual, pero la realidad en el Señor, es que tal diferencia no existe, siempre estamos en El, porque El nos ha dada su Espíritu, su Espíritu mora en nosotros, no es un vestido que se quita o se pone. Por tanto hay que hacer TODO como para El, incluso la acción más insignificante, porque estamos hechos para dar testimonio de Su gloria.

    ResponderEliminar