domingo, 26 de julio de 2009

NO DESPERDICIES TU VIDA

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viernes, 17 de julio de 2009

Reflexión: Cuando la flojera llega así de esta manera...


1 de Timoteo 1, 6

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”.

Saludos muy cordiales y amados lectores de este espacio. Hoy Dios me usa para sacudir un poco a quienes han caído en ese espíritu de pasividad, queja y pereza mental y espiritual. Ojo con eso, que debemos estar alertas a estas manifestaciones sutiles que como dice la canción “cuando llegan así de esta manera uno no se da ni cuenta”.

Son varias veces en que me ha pasado que cuando menos pienso me veo sorprendida por un letargo, una pereza, un no sé que, en un no sé donde que si no decido pararme y mojarme la cara, arrodillarme y pedir Dios por fis quítame esto, pues obvio que me vence la flojera física y como es normal el espiritual que está más débil.

El postergar las cosas hasta la última hora es prima hermana de la pasividad y estos gemelos atacan juntos con todo su poder.

La palabra dice, “perezoso mira el ejemplo de la hormiga; mira lo que hace y aprende de ella. La hormiga no tiene quien la mande, ni jefe ni líder. Sin embargo durante el verano reúne todo su alimento y guarda su comida en la cosecha. Perezoso ¿cuánto tiempo permanecerás allí acostado? ¿Cuándo te levantaras?


Pues lectores, no se dejen atropellar por esta sutil grieta de humedad, levántate lleno de entusiasmo. Pídele a Dios que avive el fuego que está en ti y que viene de él y su misericordia. Rechacemos la pasividad y la pereza, reconozcamos de antemano que podemos estar en ese trance pero que es hora de sacudirse los argumentos del enemigo para verte en ruinas, y dándote contra las paredes por no haber hecho lo que debías.

Actuemos con diligencia, con ánimo, con amor, llenos de positivismo y con la gracia y favor de Dios pues allí ya no hay nada ni nadie que te detenga. Dios no respalda perezosos, es más no los quiere y por eso es tan estricto en proverbios cuando habla de ellos.

Ojo, rechaza la flojera, el desanimo y el negativismo. Adelante aviva el don que hay en ti con oración, alabanza y confesando victoria en el nombre de Jesucristo. No olvides Efesios 5, 14-18 que dice "Despiértate, tu que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto no seáis insensatos, sino entendido de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu”.

Bendiciones mil…

Autor: Paula Andrea Vega
www.levantatusmanos.blogspot.com
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He trabajado en vano.


Un mensaje para todos aquellos que cargan un sentido de fracaso. Este es un mensaje para todo aquel que está viviendo bajo una carga de desanimo. Al mirar tu vida, estás desalentado sobre expectativas fracasadas. Sientes que no has logrado mucho en tu vida, y a la vez que el tiempo se escurre ves que muchas promesas no han sido cumplidas.

Por años has orado y orado, pero las cosas que creíste que Dios te habló no se han cumplido. Otros a tu alrededor parecen tenerlo todo bajo control, disfrutando el cumplimiento de muchas promesas, pero tu llevas un sentido de fracaso.

Al revisar tu vida, recuerdas todos los tiempos difíciles. Has conocido el rechazo y los sentimientos de inadecuacidad. Has amado tanto al Señor, entregando cuerpo y alma para complacerlo, haciendo todo lo que sabias hacer. Sin embargo finalmente vino el momento en que te habías convencido, “He trabajado en vano. He gastado mi fuerza para nada. Todo ha sido inútil.” Ahora un sentido machacante se adentra, susurrando, “No has logrado la meta. No has sido nada efectivo. Tu vida es evidencia que no has hecho ninguna diferencia en este mundo.”

Si cargas con estos sentimientos de fracaso, entonces no estás en buena compañía. Es más, estás parado entre gigantes espirituales.
Muchos grandes siervos de Dios a través de la historia han terminado sintiendo que han fracasado en su llamado.

El profeta Elías miró su vida y lloró, “Señor llévame a casa. No soy mejor que mis padres, y todos te han fallado. Por favor, toma mi vida. Todo ha sido en vano” (parafraseado).

¿Y qué del Rey David? Estaba tan desalentado sobre lo que el creyó era una perdida de unción en su vida, que quería volar como un pájaro hacia un lugar desolado. “Oh quien tuviera alas como una paloma….” Entonces me iría muy lejos, y permanecería en el desierto” (Salmo 55:6-7).

Hasta el gran apóstol Pablo tembló con miedo al pensar que había gastado su vida como un obrero inútil. Le escribió a los Gálatas, “Temo que mi trabajo en vuestro medio haya sido en vano.” (Gálatas 4:11).

John Calvin, uno de los padres de la Reforma, tuvo la misma terrible experiencia. Dijo en su última hora, “Todo lo que he hecho no ha sido de valor… Los malvados gustosamente echarán mano de esta palabra. Pero lo repito otra vez: todo lo que he hecho no es de valor.”

Durante sus veintitrés años en el campo misionero, David Livingstone expreso las mismas dudas horribles que su ministerio fue todo en vano.

David Livingstone fue uno de los misioneros más útiles, sus logros reconocidos aún por en el mundo secular. Livingstone abrió el continente africano al evangelio, sembrando mucha semilla y siendo usado por Dios para despertar a Inglaterra a las misiones. Entregó cuerpo y alma para llevar una vida totalmente sacrificada por Cristo.

Sin embargo, durante el año 23 en el campo misionero, Livingstone expresó la misma duda terrible que estos otros grandes siervos. El también sintió que su ministerio había sido todo en vano. Su biógrafo lo citó en su desaliento: “Todo lo que he hecho tan solo ha abierto el intercambio de esclavos africanos. Las sociedades misioneras no han dado fruto después de veintitrés años de labor. Todo trabajo parece en vano…he trabajado en vano.”

Uno de los grandes misioneros que ha impactado mi vida es George Bowen. Su vida fue un poderoso ejemplo, y su libro, “Amor Revelado”, es uno de los mejores libros sobre Cristo que he leído. Un hombre soltero, Bowen se apartó de la fama y la riqueza para convertirse en un misionero en Bombay, India a mediado del siglo 17. Cuando vio a los misioneros viviendo más allá de los pobres a quienes servían, Bowen dejó el apoyo misionero que recibía y decidió vivir entre los más pobres. Se vistió como los indios, y abrazó la pobreza, viviendo en una humilde casa y subsistiendo a veces solo con pan y agua. Predicó en las calles en clima sofocante distribuyendo literatura evangélica llorando por los perdidos.

Este hombre asombrosamente devoto había ido a la India con grandes esperanzas por el ministerio del evangelio. Y había dado todo para este fin, su corazón, mente, cuerpo y espíritu. Sin embargo, en sus cuarenta y tantos años de ministerio en India, Bowen no tenía ni un solo convertido. Solo fue hasta después de su muerte que las sociedades misioneras descubrieron que era uno de los misioneros más amados en la nación. Hasta los paganos idolatras miraban a Bowen como el ejemplo de lo que un cristiano debía ser.

Hoy, el ejemplo de la vida humilde de Bowen y sus palabras poderosas todavía inflaman mi alma y las almas de otros a través del mundo. Sin embargo, como muchos antes de el, Bowen soportó un terrible sentido de fracaso. Escribió “Soy el ser más inútil en la iglesia. Dios me magulla y aplasta con desilusiones. Me levanta y después permite que me caiga a la nada. Quisiera sentarme con Job y comprendo a Elías. Mi trabajo ha sido todo en vano.”

Te sorprendería saber que Jesús experimentó este mismo sentir de que había logrado poco?

En Isaías 49:4 leemos estas palabras: “Pero yo dije: “Por demás he trabajado; en vano y sin provecho he agotado mis fuerzas…” Note que estas no son las palabras de Isaías quien fue llamado por Dios en una edad madura. No, son las palabras de Cristo, pronunciadas por Uno “… llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre… Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel” (49:1, 5).

Cuando llegué a este pasaje, uno que he leído muchas veces anteriormente, mi corazón estaba asombrado. Casi no podía creer lo que estaba leyendo. Las palabras de Jesús sobre “trabajar en vano” eran una respuesta al Padre, quien había declarado, “… Mi siervo eres,… porque en ti me gloriaré” (49:3). Leemos la sorprendente respuesta de Jesús en el próximo verso: “…Por demás he trabajado; en vano y sin provecho he agotado mis fuerzas.” (49:4).

Después de haber leído esto, me puse de pie en mi estudio y dije, “Que maravilloso. Apenas puedo creer que Cristo fuera tan vulnerable confesándole al Padre que estaba pasando lo que nosotros los humanos confrontamos. En su humanidad, el probó el mismo desanimo, el mismo desaliento, el mismo sufrimiento. Estaba teniendo los mismos pensamientos que he tenido sobre mi propia vida: “Esto no es lo que yo percibí que se me había prometido. He malgastado mis fuerzas. Todo ha sido en vano.”

Al Leer esas palabras me hizo amar a Jesús aún más. Comprendí que Hebreos 4:15 no era solo un cliché: nuestro Salvador realmente se compadece de nuestros males, y fue tentado en todas maneras como nosotros, pero sin pecado. El había conocido esta misma tentación de Satanás, oyendo la misma voz acusadora: Tu misión no ha sido cumplida. Tu vida ha sido un fracaso. No tienes nada que mostrar por todo tu trabajo.”

¿Cuál era exactamente la misión de Cristo? Según Isaías, era traer a Israel otra vez a Dios, volver las tribus de Jacob de su maldad e idolatría: “…restaurar el resto de Israel”; (49:6). El historiador Josephus escribió sobre la condición de Israel en los días de Jesús: “La nación judía se había tornado tan malvada y corrupta en los tiempos de Cristo, que si los Romanos no los hubiesen destruido, Dios hubiese llovido fuego del cielo, como en el tiempo antiguo, para consumirlos.” En resumen, Cristo fue enviado como un judío entre judíos, a liberar al pueblo de Dios del poder del pecado y liberar a cada cautivo.

Jesús testificó, “Me puso por saeta aguda, me guardó en su aljaba” (49:2). El Padre lo había preparado desde la fundación del mundo. Y el mandato dado a Cristo era claro: “Y puso mi boca como espada afilada” (49:2). Jesús habría de predicar una palabra tan afilada como una espada de doble filo que pudiese atravesar el más duro de los corazones.

Así que Cristo vino al mundo para cumplir la voluntad de Dios reviviendo a Israel. E hizo tal y como le fue ordenado, sin una sola palabra pronunciada o hazaña hecha sin la dirección del Padre. Jesús estaba en el mismo centro de la voluntad del Padre, teniendo total autoridad y el mas poderoso mensaje. Pero Israel lo rechazó: “A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron” (Juan 1:11).

Piensa en esto: Jesús le predicó a una generación que vio milagros increíbles: ojos ciegos se abrieron, oídos sordos oyeron, los lisiados caminaron. Sin embargo, los milagros de Cristo fueron repudiados y empequeñecidos, y sus palabras fueron ignoradas, sin poder traspasar los corazones endurecidos de la gente. Es más, su predica solo logró enfurecer a las sectas religiosas. Sus propios seguidores decidieron que su palabra era muy dura y se alejaron de El (vea Juan 6:66). Al final, hasta sus discípulos más cercanos, los doce escogidos, lo abandonaron. Y la nación que Jesús vino a reunir con el Padre gritó, “Crucifíquenlo.”

Para cualquier ojo humano, Jesús fracasó totalmente en su misión. Lo encontramos al final de su ministerio de pie sobre Jerusalén, lamentando el rechazo de Israel, llorando sobre su aparente fracaso de reunirlos, su esperanza aparentemente quebrada. “¡Jerusalén, Jerusalén,… ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste!” Vuestra casa os es dejada desierta” (Mateo 23:37-38).

Imagínate el dolor que Cristo sintió al decir esas palabras. Solo puedo especular, pero creo que este fue el momento en que Jesús clamó, “He trabajado en vano.” Veo a Satanás susurrándole en ese momento, “Aquí está la casa que fuiste llamado a salvar y la has dejado desolada.”

Pero por una corta temporada, Cristo fue permitido por el Padre a sentir esa desesperación humana sobre un sentido de fracaso en la vida: “Lo he dado todo, mis fuerzas, mis labores, mi obediencia. ¿Qué más pude hacer para salvar a esta gente? Toda mi labor ha sido en vano.” Sintió lo que todo guerrero de Dios sintió a través de las edades: la tentación de acusarse a si mismo de fracaso, cuando un mandato claro de Dios no parece haberse cumplido.

¿Por qué Jesús o cualquier hombre o mujer de Dios, hablaría tales palabras de desaliento como estas: “He trabajado en vano”?

¿Cómo el mismo Hijo de Dios pudo hacer semejante declaración? ¿Y por qué generaciones de creyentes fieles han sido reducidos a tan desalentadoras palabras? Todo esto es el resultado de medir pocos resultados contra grandes expectaciones.

Puedes pensar, “Este mensaje suena como si solo se aplica a los ministros, o aquellos llamados a hacer una gran obra para Dios. Puede verlo dirigido a misioneros o a profetas bíblicos. ¿Pero que tiene que ver conmigo?

La verdad es, que todos somos llamados a un gran propósito común, y a un ministerio: ese es, ser como Jesús. Estamos llamados a crecer en su semejanza, a ser cambiados a su expresa imagen. Simplemente, no puedes ser un cristiano a menos que ese sea tu llamado, tu única meta en la vida: “Quiero ser más y más como Cristo. Quiero ser liberado de toda ambición humana, toda envidia, impaciencia, mal genio, pensar mal de los demás. Quiero ser todo lo que Pablo dice que debo ser si he de caminar en fe y amor. Señor, mi corazón añora ser como tu.”

¡Qué grandes expectativas! Y tienes todas las promesas de Dios para apoyarte. Tienes la espada de doble filo de la Palabra de Dios en tu mano, y has determinado en tu corazón ser como Jesús. Así que te das a la tarea de ser como el.

En tan solo un corto tiempo, algunos cambios maravillosos empiezan a ocurrir. Eres más paciente. Todo reacción de la carne que se levanta en ti, puedes dominar diciendo, “Eso no es como Jesús.” Tu familia y amistades, vecinos y compañeros de trabajo han notado que te has tornado más bondadoso. Cada noche, puedes remojarte en la victoria de ese día y felicitarte: “¡Lo logré! Fui mas bondadoso hoy. Fue un buen, parecido a Jesús día.”

Varios meses atrás, escribí un mensaje titulado “Llamado a ser semejante a Cristo.” En el dije que el parecerse a Cristo empieza por ser como Cristo a los que nos son más cercanos. Realmente creo esto. Por lo tanto, si estas casado(a), la persona más cercana a ti es tu esposo(a). Así que emprendí a ser el esposo más parecido a Cristo que cualquier esposo pueda ser. Y trabajé por ello, esforzándome a ser más paciente, comprensivo y cuidadoso.

La primera semana, batalle para apagar erupción tras erupción. Me recordada a mi mismo, “Jesús no haría eso. El no diría lo que yo quiero decir. Así que no lo voy a hacer. Voy a ser como el.”

Al final de la semana, le pregunté a mi esposa, Gwen, “¿Ves más de Jesús en mi?” Ella contestó, “Si, lo veo.” Estaba tan alentado. Pensé, “¡Esto es! Finalmente, después de todos estos años, he descubierto lo que se necesita para parecerse más a Jesús.”

Entonces la peor semana le siguió. Perdí mi parecido a Cristo en lo que parece ser cada vuelta. Al final de esa semana, le pregunté a Gwen, “Como me juzgarías ahora?” Ella dijo, “Más como Pablo.”

Me gustaría decirte que todos los días, en cada manera, me estoy pareciendo a Cristo. Pero mi batalla humana en la carne para ser como Cristo simplemente no funcionó. Y el hecho es, que nunca funcionara. Todavía batallo con pensamientos, palabras y sentimientos que no son de Cristo. Mi carne no tiene la habilidad de echar fuera a la carne. Esa obra la hace el Espíritu Santo solamente: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13). En resumen, cediendo al poder del Espíritu Santo es la única manera de convertirse verdaderamente mas como Cristo.

Es en medio de esta batalla con nuestra carne que a menudo caemos en el desaliento. Estamos tentados a pensar, “He sido llamado, ungido, enseñado bien por los ministros de Dios. ¿Cómo puedo seguir pensando tales pensamientos de la carne?” A veces sucumbimos a los mismos pensamientos que han hecho eco a través de los siglos entre la gente de Dios: “He trabajado en vano. He malgastado todo mi tiempo y fuerza. Nunca he visto lo que Dios me prometió. He fallado en traer mis pensamientos y acciones a cualquier tipo de cumplimiento.”

Pregúntale a cualquier persona joven quien esta alejando de Cristo porque
el o ella se ha tornado frío contra él.

Si le fueras a preguntar a tal hombre o mujer joven, “¿Por qué has vuelto a tus viejos caminos?” Encontrarías la misma mentira demoníaca plantada en su cabeza: “Hice lo mejor que pude. Oré y leí mi Biblia. Fui a la iglesia, y le testifique a mis amistades en la escuela. Puse todo esfuerzo en vivir rectamente. Pero nunca recibí el milagro que necesitaba. Mis oraciones no fueron contestadas, y no fui liberado. Después de todo eso, terminé un fracasado. No pude sacudir el pensar que no valió la pena, que mi carne nunca cambiaría. Era una perdida de tiempo. Sentí que todo lo que había hecho fue en vano.”

¿Y qué tal de sus padres honrados, las mamás y los papás que tan diligentemente han orado por sus hijos vagabundos? Dios les dio promesas y se aferraron a ellas, clamándole a él en fe. Pero al pasar el tiempo, su hijo nunca respondió. Ahora estos devotos santos soportan la misma mentira terrible: “Eres un fracaso, trabajando en vano. Has malgastado tus energías todos estos años. La batalla solo te ha desgastado. Ha sido todo para nada.”

Muchos que están leyendo este mensaje están desalentados porque no han experimentado la promesa que Dios les había hecho. No están celosos por las bendiciones del Señor sobre otros. No se comparan con alguien que disfruta un milagro. No, están mirando su propia vida. Y están comparando lo que les parece que Dios les prometió con lo que aparentan las cosas ahora. Para ellos, sus vidas parecen un completo fracaso.

Al examinar su caminar con toda honestidad y sinceridad, parece que han hecho poco progreso. Han hecho todo lo que Dios les dijo que hicieran, nunca apartándose de su Palabra y sus mandatos. Pero al pasar el tiempo, todo lo que pueden ver es fracaso. Y ahora se sienten aplastados, heridos en el espíritu. Piensan, “¿Señor, ha sido todo esto en vano? ¿Oí la voz equivocada? ¿He sido engañado? ¿Ha terminado mi misión en ruinas?”

Hay dos cosas que quiero enfatizarte con este mensaje

Primeramente, ahora sabes de Isaías 49 que el Señor conoce tu batalla. Él la ha peleado antes que tu. Así que no es ningún pecado tener tales pensamientos, o andar cabizbajo con un sentido de fracaso sobre expectaciones rotas. Jesús mismo pasó por esto y estaba libre de pecado.

Segundo, es muy peligroso permitir que estas mentiras infernales se enconen e inflamen tu alma. Jesús nos enseñó el camino a seguir para salir de tal desaliento con esta aseveración: “Por demás he trabajado; en vano… Pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.” (Isaías 49:4). La palabra hebrea para recompensa (‘juicio’ en Inglés) es “veredicto.” Cristo esta diciendo, en efecto, “El veredicto final está con mi Padre. Solo él pasa juicio sobre todo lo que he hecho y cuan efectivo he sido.”

Dios nos está urgiendo a través de este verso: “Deja de pasar juicio sobre el trabajo que has hecho para mi. No tienes derecho a juzgar cuan efectivo has sido. Y no tienes derecho a llamarte un fracasado. No sabes aún que clase de influencia has tenido. Simplemente, no tienes la visión para saber las bendiciones que te vendrán.” Ciertamente, no sabremos tales cosas hasta que nos paremos delante de él en eternidad.”

En Isaías 49, Jesús escuchó al Padre decir en tantas palabras: “Así que Israel no está reunida. Sí, te llamé a traer las tribus y esto no ha pasado de la manera que lo imaginaste. Pero ese llamado es solamente una cosa pequeña comparada con lo que tengo para ti. Es nada en comparación a lo que tengo guardado. Te voy a hacer ahora una luz para todo el mundo. Israel eventualmente será reunida; esa promesa ser va a cumplir. Pero serás una luz no solamente para los judíos, sino que también para los gentiles. Traerás salvación para toda la tierra.”

“…y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová y el Dios mío será mi fuerza), él dice: «Poco es para mí que solo seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob y restaurar el resto de Israel; también te he dado por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo último de la tierra.” (Isaías 49: 5-6)

Querido santo, mientras el diablo te está mintiendo, diciendo que todo lo que has hecho ha sido en vano, que nunca verás tus expectaciones cumplidas, Dios en su gloria está preparando una bendición mayor. Él tiene cosas mejores guardadas, mas allá de lo que puedes pensar o pedir.

No debemos escuchar las mentiras del enemigo por mas tiempo. En vez, debemos descansar en el Espíritu Santo, creyéndole que cumplirá su obra de hacernos más como Cristo. Y debemos levantarnos del desaliento y pararnos en esta palabra: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1 Corintios 15:58).

La hora ha llegado para que abundes en tus obras. El Señor te está diciendo, en esencia, “Olvida todo tu “pensamiento de fracaso” y déjalo atrás. Es hora de regresar a trabajar. ¡Nada ha sido en vano! Hay más para ti, así que deja de andar abatido y regocíjate. No te he olvidado. “¡Voy a hacer abundantemente mas de lo que puedas pensar o pedir!” PoderyGloria.com
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Doce asesinos del matrimonio.


Mi consejo a las parejas jóvenes es simplemente éste: No permitan que la posibilidad del divorcio entre en sus pensamientos. Incluso en momentos de gran conflicto y desaliento, el divorcio no es la solución. Sólo sustituye una nueva serie de sufrimientos por los que quedan atrás.

Guarden su relación de la erosión como si estuvieran defendiendo sus propias vidas. Sí, ustedes pueden lograrlo juntos. No sólo pueden sobrevivir, sino que pueden mantener su amor vivo si le dan prioridad en su sistema de valores.

Cualquiera de los siguientes males pueden destruir su relación si les dan lugar en sus vidas:

1. El exceso de trabajo o compromisos y el agotamiento físico

Cuidado con este peligro. Es especialmente insidioso en las parejas jóvenes que están tratando de comenzar en una profesión o todavía están estudiando. No traten de estudiar, de trabajar a tiempo completo, de tener un bebé, de manejar a un niño pequeño, de hacer reparaciones en la casa, y de comenzar un negocio, todo al mismo tiempo. Suena ridículo, pero muchas parejas jóvenes hacen exactamente eso y luego se sorprenden cuando su matrimonio se viene abajo. ¿Por qué no habría de ser así? ¡El único momento en que se ven es cuando están agotados! Es especialmente peligroso cuando el esposo es el que tiene demasiados compromisos o trabajo, y la esposa está todo el día en casa con un hijo en edad preescolar. La profunda soledad de ella da lugar al descontento y a la depresión, y todos sabemos a dónde lleva eso. Deben reservar tiempo el uno para el otro si quieren mantener su amor vivo.



2. Las deudas muy grandes y el conflicto en cuanto a cómo se gastará el dinero

Paguen en efectivo por los artículos de consumo, o no los compren. No gasten más de lo que pueden por una casa o por un automóvil, dejando muy pocos recursos para salir juntos, para viajes cortos, para personas que cuiden a los niños, etc. Distribuya sus fondos con la sabiduría de Salomón.

3. El egoísmo

Existen dos tipos de personas en el mundo, los que dan y los que toman. Un matrimonio entre dos personas que dan puede ser algo bello. Sin embargo, la fricción está a la orden del día entre una persona que da y otra que toma. Pero dos personas que toman pueden darse zarpazos la una a la otra hasta hacerse trizas dentro de un período de seis semanas. En resumen, el egoísmo siempre devastará un matrimonio.

4. La interferencia de los suegros

Si el esposo o la esposa no se ha emancipado totalmente de los padres, lo mejor es no vivir cerca de ellos. La autonomía es algo difícil de conceder para algunas madres (y padres), y el estar muy cerca será causa de problemas.

5. Las expectativas poco realistas

Algunas parejas llegan al matrimonio esperando cabañas cubiertas de rosas, una vida sin preocupaciones ni responsabilidades y un gozo ininterrumpido. La consejera Jean Lush cree, y yo estoy de acuerdo con ella, que esta ilusión romántica es particularmente característica de las mujeres norteamericanas que esperan más de sus esposos de lo que ellos son capaces de dar. La decepción consiguiente es una trampa emocional. Pongan sus expectativas en línea con la realidad.

6. Los invasores del espacio

No me refiero a extraterrestres de Marte. Más bien, mi preocupación es por las personas que violan el espacio para funcionar que su cónyuge necesita, sofocándolo rápidamente y destruyendo la atracción entre ellos. Los celos son una manera en que este fenómeno se manifiesta. Otra es la baja autoestima, la cual lleva a que el cónyuge inseguro se inmiscuya en el territorio del otro. El amor debe ser libre y confiado.

7. El abuso del alcohol y de otras sustancias químicas

Éstos son asesinos, no sólo de los matrimonios, sino también de las personas. Evítenlos como a la plaga.

8. La pornografía, los juegos de azar y otras adicciones

Debe ser obvio para todos que la personalidad humana tiene imperfecciones. Tiene la tendencia a quedar atrapada en comportamientos destructivos, especialmente cuando se es joven. Durante una etapa inicial, las personas creen que pueden jugar con tentaciones tales como la pornografía o los juegos de azar sin salir dañadas. De hecho, muchos se alejan casi sin haber sido afectados. Sin embargo, para algunos existe una debilidad y una vulnerabilidad que se desconoce hasta que es demasiado tarde. Entonces se vuelven adictos a algo que rasga la fibra de la familia.

Tal vez esta advertencia les parezca tonta e incluso mojigata a mis lectores, pero he hecho un estudio de veinticinco años de duración sobre personas que arruinaron sus vidas. Sus problemas a menudo comienzan con la experimentación con un mal conocido y finalmente terminan en la muerte física o la muerte del matrimonio. Las restricciones y los mandamientos de las Escrituras se han diseñado para protegernos del mal, aunque es algo difícil de creer cuando somos jóvenes. “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Si mantenemos nuestras vidas limpias y no nos permitimos jugar con el mal, las adicciones que han hecho estragos en la humanidad nunca nos podrán tocar.

9. La frustración sexual, la soledad, la baja autoestima y la quimera de la infidelidad

¡Una combinación mortal!

10. El fracaso en los negocios

En especial, el fracaso en los negocios afecta adversamente a los hombres. Su inquietud por los reveses financieros algunas veces se muestra en ira dentro de la familia.

11. El éxito en los negocios

Es casi tan peligroso tener mucho éxito en los negocios, como lo es fracasar rotundamente en ellos. El autor de Proverbios dijo: “No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario” (30:8).

12. Casarse demasiado jóvenes

Las chicas que se casan entre los catorce y los diecisiete años de edad tienen el doble de probabilidades de divorciarse que las que se casan a los dieciocho y diecinueve años. Las que se casan entre los dieciocho y los diecinueve años tienen una vez y media más de probabilidades de divorciarse que las que se casan entre los veinte y los treinta años.

Las presiones de la adolescencia y las tensiones de los primeros años de vida matrimonial no hacen un buen dúo. Terminen lo primero antes de emprender lo segundo.

Éstos son los asesinos del matrimonio que he visto más a menudo. Pero, en verdad, la lista es prácticamente interminable. Todo lo que se necesita para que crezcan las malas hierbas más fuertes es una pequeña grieta en la vereda. Si van a vencer la ley de las probabilidades en relación al divorcio y mantener una unión matrimonial estrecha a largo plazo, deben emprender la tarea con seriedad. El orden natural de las cosas los alejará el uno del otro, no los unirá.

¿Cómo vencerán la ley de las probabilidades? ¿Cómo formarán una relación sólida que dure hasta que la muerte los haga emprender el último viaje? ¿Cómo se incluirán ustedes entre el número cada vez más reducido de parejas de mayor edad que han cosechado toda una vida de recuerdos y experiencias felices? Aun después de cincuenta o sesenta años de casados, todavía se buscan mutuamente para darse aliento y comprensión. Sus hijos han crecido dentro de un ambiente estable y amoroso, y no tienen cicatrices emocionales o recuerdos amargos que borrar. A sus nietos no se les tiene que explicar con delicadeza por qué “los abuelos ya no viven juntos”. Sólo el amor prevalece.

Así es como Dios quería que fuera, y todavía sigue siendo algo posible que ustedes pueden alcanzar. Pero no hay tiempo que perder. Refuercen las riberas del río. Defiendan el fuerte. Traigan las dragas y hagan más profundo el lecho del río. Mantengan las poderosas corrientes en sus propios cauces. Sólo esa medida de determinación mantendrá el amor con el que comenzaron, y hay muy poco en la vida que compita con esa prioridad.

Fuente: Dr. James C. Dobson, Ph.D.
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Principios de un noviazgo cristiano.


La Biblia no habla explícitamente en cuanto a lo que ahora conocemos como “noviazgo”. Sin embargo, para el cristiano, debe ser una relación hacia el matrimonio. (Génesis 2:20-24). No es un juego o pasatiempo.

El noviazgo es menos íntimo y comprometido que el matrimonio, pero mucho más que una amistad.
Un noviazgo, aunque es una relación con mira al matrimonio, no tiene que terminar en una boda (en matrimonio). Pero sin embargo, el noviazgo es la relación que establecen un hombre y una mujer con el fin de desarrollar la estructura base para el matrimonio.

El noviazgo cristiano debe ser entre dos cristianos

A. No debemos tener enlaces fuertes con un no cristiano (2 Co. 6:14-7:1).
B. Para andar juntos, deben tener las mismas metas (cristianas) (Amos 3:3).
C. Andar con una persona inadecuada nos daña (Prov. 13:20).
D. Es un engaño contraer noviazgo o matrimonio para convertir a la otra persona (1 Co.7:16).
E. No por ser los dos cristianos automáticamente deben casarse (1 Ti. 5:1-2).

El proceso de un noviazgo cristiano debe seguir la voluntad de Dios.

A. Debemos buscar y esperar la voluntad de Dios, sabiendo que es buena, agradable y mejor que la nuestra (Rom. 12:1-2).
B. Es muy importante estar buscando la voluntad de Dios para casarse “en el Señor” (1 Co. 7:39).
C. No debemos enredarnos en un noviazgo si no es la voluntad de Dios (2 Ti. 2:3,4,1 Co. 7:7-9,17,27-28).
D. Es esencial tener la mujer que Dios tiene para uno (Prov. 18:22, 19:14).
E. El tiempo de comenzar un noviazgo debe quedar bajo la voluntad de Dios (Ecles. 3:1-8, CC. 2:7, 3:5, 8:4).
F. Debemos concentrarnos en las cosas agradables a Dios- una relación que diminuya mi ministerio no es la voluntad de Dios (Col. 1:10, 3:1-2, Fil. 4:8, etc.)
G. Los jóvenes no deben discipular a las jóvenes, sino dejar esto a las mujeres más maduras (Tito 2:1-6).
H. Es algo muy serio y poderoso abrir el corazón a una persona del sexo opuesto. Debemos estar seguros de la voluntad de Dios antes de hacerlo (Gn. 34:3, Jue. 16:15-18, 19:3, 2 R. 11:4, Rut 2:13, Prov. 6:23-25, 7:25, Ecl. 7:26, Os. 2:14, CC 8:6, etc.).

Nuestro trato con el sexo opuesto siempre debe ser santo y puro.

A. La voluntad de Dios es que seamos santo y que evitemos la fornicación (1 Tes. 4:1-8, 1 Ti. 4:12, 5:22, 2 Ti. 2:22).
B. El sexo, creado por Dios, es bueno (Gn. 1:31), pero sólo dentro del matrimonio (He. 13:4, Prov. 5:15-23).
C. A las jóvenes cristianas hay que tratarlas como hermanas, con toda pureza (1 Ti. 5:2).
D. Es importante tener casi nada de contacto físico con una persona del sexo opuesto (1 Co. 7:1).
E. Es sano establecer relaciones sociales en grupo en vez de individualmente (He. 10:24-25).
F. La Biblia enfatiza la importancia de la pureza (1 Ti. 4:12, Tito 1:15, 1 Jn. 3:3, etc.).
G. Hay actitudes sexuales aparte de la fornicación que Dios condena (Job. 31:1, Mt. 5:27-28, Ro. 1:24-32, Gá. 5:19-21, 1 Tes. 4:3, etc.).
H. Un poco de estímulo produce el deseo para hacer más (Ecl. 1:8, CC 2:6-7).

Levantar expectativas en el sexo opuesto nunca es un juego: es algo serio.

A. No debemos tomar nuestros patrones para el noviazgo del mundo, sino de Dios (Ro. 12:1-2, Col. 3:1-10, etc.).
B. Lo que sembramos, cosechamos. No podemos burlarnos de Dios o de otro hermano sin sufrir las consecuencias (Gá. 6:7-8).
C. Hay que cuidar de no lastimar a la otra persona. La mujer es más sensible. (1 P. 3:7).
D. No se debe levantar temas del noviazgo o del matrimonio entre dos personas del sexo opuesto si no están pensando seriamente en hacerse novios (1 Ts. 4:6).
E. Un dirigente tiene más responsabilidad de cuidarse en esto que los demás (1 Ti. 5:19-20, Stg. 3:1).

Dios nos pide esperar con paciencia

A. Si uno no tiene paciencia para esperar, no es amor (1 Co. 13:4,7)
B. Es muy importante no apresurarse (Ecl. 11:9, 12:1).
C. Un noviazgo no debe precipitarse (CC 2:7, 3:5, 8:4).

Es mejor tener madurez antes de pensar en un noviazgo.

A. Primero hay que tener disciplina en la vida cristiana (Prov. 25:28, Gá. 5:22-23, 1 Co. 9:24-27, 10:12-13).
B. Uno debe tener ciertos tipos de madurez como preparación para el matrimonio: Madurez moral, económica, sexual, social, emocional y espiritual. (Gn. 2:24, Prov. 24:27, etc.).

Un soltero debe saber de antemano que quiere en un cónyuge.

A. Debe ser una “ayuda idónea” en la vida personal y el ministerio (Gn.2:18).
B. Debe tener una buena relación con el Señor (Prov. 31:30, 2 Co. 6:14-18, etc.).
C. Un cónyuge debe ser el mejor amigo del otro (CC 1:15, 2:2,10, Tito 2:4).
D. Debe ser realmente la persona que quieres que ponga las pautas en tu hogar y que críe a tus hijos (1 Ti. 3:2-5, Tito 1:6, 2:4-5, Ef. 5:21-33, etc.).
E. La apariencia externa es engañosa y no revela las cualidades más importantes (Pr. 6:25, 31:30, etc.).
F. La persona debe ser de buena reputación (Fil. 2:15, 1 Tes. 3:13, 1 Ti. 3:2)

Nuesto trato del sexo opuesto debe dar buen testimonio.

A. Citas con otra persona deben dar un buen testimonio delante de Dios y delante los hombres (Hch. 24:16).
B. No debemos hacerle tropezar a otra persona (Mt. 18:6-7, Rom. 14:13-21, 1 Co. 8:9, Ap. 2:14, etc.).
C. No debemos ir a lugares o hacer cosas que dan mala apariencia (1 Tes. 5:22).
D. No debemos estar en un lugar o hacer algo que puede ser una oportunidad para la carne (Rom. 13:14, Gá. 5:13).
E. Debemos evitar lugares solas y oscuras (Juan 3:19).
F. Debemos hacer las cosas a la luz de todos, y no en la oscuridad (Ef. 5:11-14).

Fuente: Sacia tu sed. -PoderyGloria.com
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martes, 14 de julio de 2009

Todo es… ¿relativo?



Por Sugel Michelén


El 29 de mayo de 1919 ocurrió un hecho sensacional que habría de cambiar radicalmente nuestra percepción del universo. Las fotografías de un eclipse solar confirmaron la veracidad de una teoría propuesta en 1905 por un judío alemán llamado Albert Einstein: La Teoría de la Relatividad. Hasta ese momento era generalmente aceptada la cosmología newtoniana que afirmaba que la luz viaja en línea recta y que el tiempo y la distancia son absolutos. Pero Einstein demostró que el tiempo y la distancia son relativos y que la luz viaja en línea curva.

Es imposible cuantificar el impacto que esto produjo en todos los órdenes. Si no existen absolutos en el terreno de la física (que creíamos era tan objetivo) ¿por qué tiene que haberlos en el terreno de la moral, por ejemplo? Como bien señala el historiador Paul Johnson: “Era como si el globo rotatorio hubiese sido arrancado de su eje y arrojado a la deriva en un universo que ya no respetaba las normas usuales de medición. A principios de la década de 1920, comenzó a difundirse por primera vez en un ámbito popular la idea de que ya no existían absolutos: de tiempo y espacio, de bien y mal… y sobre todo de valor. En un error quizás inevitable, vino a confundirse la relatividad con el relativismo”.

Aunque Einstein no era un judío practicante, creía en la existencia de normas morales absolutas. Sin embargo, su teoría mal aplicada, conjuntamente con otras influencias que se hicieron sentir con mucha fuerza después de la segunda guerra mundial, hicieron del relativismo la postura filosófica dominante del siglo XX (y no parece que será distinto en el XXI). “Todo es relativo”. He ahí el argumento que pone fin a toda discusión, el credo de una nueva religión que no puede ser cuestionada, a riesgo de ser condenados al ostracismo y al etiquetamiento mordaz de ser cerrados de mente.

En el relativismo, el concepto de “verdad” queda vacío de significado, y la ética deja de ser prescriptiva (“debes hacerlo” / “no debes hacerlo”) para venir a ser puramente emocional y subjetiva (“siento que es correcto” / “me disgusta hacerlo”). Los sentimientos y la voluntad reinan soberanos. Cada cual supone que puede crear su propio código de conducta y de valores, basándose principalmente en sus sentimientos y preferencias.

Esto no sólo plantea un formidable problema moral, sino también filosófico. El relativismo es, en realidad, una teoría absurda y auto contradictoria, ya que niega dogmáticamente todo dogma. Del relativista se puede decir lo que alguien dice del escéptico: proclama “que es verdad que no hay verdad, que nosotros podemos conocer que no podemos conocer, que podemos estar seguros de que no podemos estar seguros, que puedes ser totalmente dogmático acerca del hecho de que no puedes ser dogmático, que existe un absoluto: que no hay absolutos”. El relativismo es insostenible como filosofía y opuesto a la realidad. Existe un eje rotatorio que da coherencia y sentido a todas las cosas creadas: la verdad revelada del Dios que las creó.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
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jueves, 9 de julio de 2009

Musica descargada , venta perdida???


Esta es una pregunta muy comun en los jovenes modernos, la cual esconde un deseo enorme de adorar a Dios con todo lo que hacen y es sin duda lo mas importante en la vida.

Esta semana e leido un articulo que quiero compartir y me gustaria que expresaran sus opiniones (a favor o encontra). Ya que en un munto conectado 24/7 y con informacion a la mano youtube, Ares, limewire,facebook,radio satelital,Twiter entre otros. Es mucho mas facil acceder a nueva musica, nuevos artistas y conocer lo nuevo, los "famosos" .

Aqui les dejo el articulo encontrado en una pagina secular,pero con un tema que se aplica a todos.(ALT1040)

Moby demuestra que una canción descargada no es una venta perdida

Uno de los argumentos más repetidos por las grandes discográficas cuando hablan en contra de las descargas en internet es que una canción descargada equivale a una venta perdida.

Pues ha hecho falta que aparezca Moby en escena para demostrar lo contrario. Resulta que su nuevo disco, Wait for Me, es uno de los más vendidos, de hecho estaría en número uno, si no fuera por el re-lanzamiento de algunos discos de Michael Jackson (por su muerte, típica táctica de discrográficas). Pero lo curioso es que la canción más vendida en iTunes es Shot in the Back of the Head, la cual ha estado regalando los últimos dos meses en su sitio, y de hecho, aún se puede descargar, gratis, sin DRM, sin condiciones de ningún tipo.


¿Motivo? sospecho que ha creado el “efecto de estación de radio”, es decir, es una canción que tantas personas han descargado y por lo tanto se escucha bastante entre amigos, entonces, cuando empieza la venta oficial, miles de personas buscan el tema y lo adquieren.

También creo que tiene relación con la actitud, en menor medida, pero creo que afecta: Moby no trata a sus fanáticos como delincuentes.


http://alt1040.com/2009/07/moby-demuestra-que-una-cancion-descargada-no-es-una-venta-perdida
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lunes, 6 de julio de 2009

Capea A Dios

Escribenos que opinas de esta cancion sacada de la calle de Santo Domingo, el mismo BArrio.

miércoles, 1 de julio de 2009

Ministerio de Jovenes con Proposito


Lideres y Pastores de Ministerio Juvenil: Te invitamos a participar de la conferencia que ha revolucionado elministerio Juvenil de toda America,DESDE SADDLEBACK, California, ³MINISTERIO JUVENIL CON PROPOSITO,

LACONFERENCIA² basada en el libro que lleva el mismo nombre, de los autores Doug Fields& Rick Warren; Ministerio juvenil con proposito te brinda las herramientas necesariaspara hacer de tu ministerio de jovenes no solo el lugar en el que tus jovenes siemprequerran estar, sino tambien donde llegaran a crecer plenamente en el conocimiento de Cristoy servidores del reino.

Te invitamos a que este 04 de Julio, en el auditorio Ministerios Elim, apartir de las 9:00 am,te des cita junto a tu equipo y recibas un entrenamiento que renovara tuvision, refrescara tuministerio y recargara tus baterias hasta el tope.

No te lo pierdas! ven con tu equipo y equipate! Incluye Almuerzo y el kit de libros y materiales audiovisuales de DougFields y Purpose Driven Youth ministry! mas informacion:
www.circulojuvenil.commcpdr@circulojuvenil.com829.308.6166809.853.1715 SEPARA TU CUPO Y EL DE LOS TUYOS YA!!!! Dios te bendiga, Jamie Aimee Vargas Circulo Juvenil