sábado, 9 de enero de 2010

¿Y qué, si estás soltera?


Publicado en Ellas el 13 Noviembre 2009 - Tiempo de lectura 2'51 minuto (Poderygloria.com)

Soltero etimológicamente viene del latín solitarius. Soltero es el estado natural de la persona que se encuentra sin una pareja con la que mantener una convivencia el resto de su vida o durante un período relativamente largo o corto. Ojo, sin una pareja amorosa que no impide amistades con responsabilidad y disfrutar cada momento que tiene Dios para aquel que se encuentre en ese estado.

Son muchas las jóvenes en especial adolescentes que fijan sus propósitos en dar con una pareja que cumpla sus expectativas y no es malo, pero hay que tener especial cuidado con arraigar esos deseos en una meta o reto personal que puede llevar a tomar decisiones equivocadas.
Dios hace cada cosa perfecta y aún desde el vientre de la madre a escrito su voluntad sobre cada ser humano pero, es de cada uno que depende que se cumpla o se estropee el propósito de Dios en la vida de cada quien.
La soltería es un estado de ausencia de un novio o esposo más no ausencia de Dios o grupo de referencia que comparta tu soltería, o más bien tu libertad de hacer cosas que un día ya sea por esposo e hijos no tendrás, porque las prioridades son otras. El viejo refrán reza que del afán solo queda el cansancio, y otro dice que el que mucho escoge con lo peor se queda.

Todos son momentos y hay que disfrutar cada uno de ellos con toda sabiduría y responsabilidad. No hay nada malo en desear tener un esposo o un novio estable que por lo menos alimente esa esperanza, dado que ello es un privilegio hermoso, es una gran bendición, pero eso que se convierta en una obsesión si es riesgoso tanto para ti como para el que crees que será tu hombre.

El dejar de ser soltera no puede ser el único motivo de tu oración, la palabra dice “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura”. La tradición oral es más coloquial y dice “todo a su tiempo, lo que es para una se le guarda”. En otras palabra no debes renegar porque aún no has hallado el amor de tu vida, por el contrario dile a Dios que estas esperando en su momento y que el tiempo de soltería quieres disfrutarlo con gozo y sin interiorizar tristezas en tu alma por lo que tanto buscas.
Dios traerá ese esposo a su debido tiempo, sin afanes y ten la certeza que lo está moldeado para ti y a ti para él, como te lo mereces.

Tu estas entera, eres bella no importa lo que las demás piensen, tu eres un ser único e irrepetible y por allí hay alguien hecho para ti. Disfruta de tu soltería, entrégate totalmente a Dios y guárdate para ese que un día será un hombre muy afortunado. Saca tiempo para servir a Dios con pasión y gozo, para alabarlo, adorarlo, edificarte en su palabra y aprovechar el tiempo en tus estudios y hobbies que ejerciten tu cuerpo y mente. Pasa más tiempo con tus padres y no menosprecies sus concejos, tu familia es una bendición que muchos añoran y cuando tú crees que nadie te necesita es cuando más alguien anhela tu compañía.
¡Adelante linda mujer! Fortalece tus talentos, explota tu imaginación, vive bajo la orientación y el gran amor de tu Padre Celestial que desde el cielo te ve con infinita misericordia. Adelante que tu estado civil no demarca el éxito, no te compares con las demás, casarse es una bendición que te llegará en el momento justo, quizás así como llego a ti este artículo. Recuerda que lo que te aparta de Dios no viene de Dios.

“Hay así mismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del señor, para ser santa así en cuerpo cómo en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido”. 1 Corintios 7:34
Fuente: www.destellodesugloria.org

¿Cómo se hace un devocional diario?


Introducción
Muchas veces hemos oído decir que es necesario tener un devocional diario, pero el primer problema con el que nos encontramos es que no sabemos lo que es eso; ¿es un tiempo de estudio de La Palabra? ¿Es sólo un tiempo de lectura?, ¿Es un tiempo de oración? ¿Cómo se hace un devocional diario?, esto es lo que trataremos de contestar brevemente en los párrafos que siguen.

¿Qué es un devocional diario?
Un tiempo devocional es, básicamente, un tiempo de comunión con Dios, un tiempo especial que apartas para escuchar a Dios y platicar con Él. Esto se hace a través de la oración y la lectura de Su Palabra; pero tal vez la característica más importante de un devocional, y lo que lo diferencia de un tiempo de lectura, es que un tiempo devocional tiene su énfasis en la aplicación práctica de lo que Dios está diciendo, es decir, un devocional me permite tener instrucciones precisas de lo que Dios está diciendo, no sólo conocimiento intelectual de lo que Dios dice o es, no sólo adentrarme en Su carácter o en mi naturaleza, sino pasos concretos que me ayudan a cumplir la voluntad de Dios.

Así como la relación de amistad entre dos personas crece a medida que uno comparte con el otro más actividades, más secretos, más cosas en común, más tiempo de conversaciones, risas y llanto; de la misma manera, mi relación con Dios se fortalece en mis tiempos devocionales. En esos momentos a solas con Dios es cuando mi confianza en Él va creciendo porque lo conozco personalmente cada día un poco más. (No sólo conocer de Él sino conocerlo a Él)
Además, en mis tiempos devocionales diarios es cuando recibo instrucciones claras sobre las dudas que tengo (Santiago 1:5), recibo advertencias de parte de Dios si es que estoy desviándome del camino (Proverbios 3:5-6), recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo recobrar esperanza si es que me siento perdido o desconsolado (Romanos 15:4). Te va a sorprender la cantidad de veces que en tus devocionales diarios Dios te va preparando para una prueba, o te da algunos versículos que es necesario que los compartas con alguien que está viviendo alguna situación complicada.

¿Por dónde empezamos?Tal vez te ayude seguir estas sugerencias:

1.Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese horario, no intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas, programas y respetas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu devocional, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios.

2.Elige un libro y haz tu devocional en él desde el principio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor? Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te escribió! Así que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el final.
3.Elige un lugar fijo en tu casa; un lugar donde no seas interrumpido por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional.
4. Ten listas todas las cosas que vas a necesitar: Una Biblia, un cuaderno, un lápiz, sacapuntas, etc. Guárdalas en el lugar donde siempre hagas tu devocional. El tener todo listo evitará tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado, y así podrás seguir concentrado en lo que Dios te va diciendo, sin distracciones.



semillademostaza.org


Qué piensas de esto? Déjanos tu comentario!

El mito del “tiempo para mí”

Escuché una vez al anfitrión de un “talk show” decir un argumento muy convincente del porqué las mamás necesitan tomar tiempo para sí mismas. Él decía que las madres dan y dan al punto de vaciarse. Entonces deben “re-cargarse” para poder seguir dando. A mí me pareció bastante razonable. Sin embargo comencé a cuestionarme ¿porqué en mi búsqueda de tener este “tiempo para mí” siempre terminaba sintiendo como que nunca era suficiente y siempre necesitaba más?
Mientras estaba en mi “tiempo libre” definitivamente me sentía renovada, pero en el momento en que llegaba a casa y me daba cuenta de que el fregadero aún seguía lleno de trastes sucios y que además todavía tenía que bañar a los niños antes de poder decir que el día había terminado, sentía ganas de dar media vuelta y volverme a salir.
Esto me dejaba sintiendo lástima de mi misma y lamentándome. ¿Por qué no podía tener una noche en que no tuviera que hacer las mismas cosas que hago TODAS las noches? ¿Por qué no podía llegar a una casa impecable y sin problemas en donde los trastes estuvieran limpios y los niños estuvieran ya durmiendo? ¿Por qué tenía que regresar a mis deberes tan pronto? Para castigar a aquellos quienes me hacían la vida difícil, lavaba los trastes con brusquedad mientras se golpeaban unos con otros haciendo ruido, entonces respondía a todos de manera cortante y los apuraba para poder acostar a los niños y entonces escapar a mi cuarto de costura o a la computadora por el tiempo que restaba de mi día.

A la mañana siguiente, sintiéndome insatisfecha con la cantidad de “tiempo para mí” que había tenido la tarde anterior, me servía mi café, me sentaba en la computadora e ignoraba completamente mis deberes diarios. Me irritaba con los niños porque sus “numeritos” estaban invadiendo MI tiempo. Estaba estresada, impaciente y desesperada. Mis hijos me decían: ¡mamá! Y yo respondía…”…no se encuentra en este momento”.Entonces comencé a quedarme despierta hasta tarde para poder así tener un poco más de tiempo a solas. Tenía pavor de irme a dormir, porque eso significaba que al día siguiente despertaría sólo para atender a las necesidades de los niños y el desastre de una casa.

Comencé a sentirme cada vez más molesta por ver que mi esposo podía salir de su trabajo mientras que el mío nunca terminaba, además él tenía comidas y viajes de negocios ¡yo no! Para compensar lo que yo consideraba una INJUSTICIA, decidí no hacer nada durante los fines de semana: nada de lavar ropa, trastes, nada de ser mamá. Pronto mis fines de semana se convirtieron en una acumulación de trabajo para el resto de la semana. Todo esto solo sirvió para abrumarme cada vez más y alimentar mi deseo de escapar.En un momento de claridad, de esos que solo el Señor puede darnos, vi lo que mi comportamiento estaba siendo verdaderamente: egoísmo. Junto con esta revelación vino también la convicción de dejar de buscar “tiempo para mí”.
El “tiempo para mí” es un mito. Es una mentira de la psicología, un “estado ideal” inalcanzable y lleno de interrupciones. El “tiempo para mí”, por propia definición, sugiere que esa persona quien soy durante mi rutina diaria no es en realidad la persona que soy. Nos incita a buscar satisfacción fuera de los títulos de “esposa” y “madre”. Acusa a nuestros preciosos pequeños y al esposo que Dios nos ha dado de anularnos. Reduce la maternidad a una enfermedad en la que esas pequeñas caritas sucias y la monotonía de la rutina diaria lentamente nos succionan la vida. Nos dice que nunca podremos sentirnos renovadas mientras estemos en la presencia de aquellos a quienes cuidamos durante el día y la noche. Señala un hueco en nuestro mundo que necesita ser llenado, un tanque que debe ser recargado con gasolina, un monstruo que nos tragará si no lo alimentamos con algo de “tiempo para mí”.

Entre más lugar damos a este pensamiento de que merecemos este tiempo para nosotras, más lo buscamos. Entre más lo buscamos, más breve nos parece cada vez que lo tenemos. La vida diaria de ser madre se convertirá en un trabajo de servicio doméstico, donde nosotras somos las empleadas. Huiremos de cada aspecto de este papel. Nos cerraremos a nuestros hijos cada vez que ellos intenten invadir nuestro valioso tiempo a solas. El no tener este tiempo arruinará nuestro día, y si logramos tener algo de él, ¡solo estaremos deseando volver a tenerlo!

Sin embargo, en cualquier mentira, hay una cierta cantidad de verdad escondida. Yo tenía la necesidad de ser llenada, pero presta atención: solo Dios puede llenarnos y darnos lo que verdaderamente necesitamos.
21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.
22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Lamentaciones 3:24-25
Dejé de ver mi vida como si ser madre y esposa fuera un trabajo que termina al llegar la tarde y “cerrar el negocio”. Dejé de quejarme y comencé a vivir. Ahora busco formas para poder hacer de mis tareas diarias algo que disfruto, haciéndolas con gozo, como para el Señor.
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; Colosenses 3:23

Estoy deleitándome en la belleza de mis hijos, tomándome el tiempo para verlos a los ojos, tomar sus manos y ser su mamá. Ahora estoy escuchando más y hablando menos. Estoy trabajando en supervisarme a mí misma para detectar cada vez que comienzo a sentirme desalentada o sobresaturada, buscando a Dios inmediatamente para renovarme y guardarme de pecar. Estoy encontrando contentamiento en servir a otros. Estoy comenzando a disfrutar el tiempo que paso con mis hijos simplemente siendo su mamá.
El tiempo que pasamos lejos de nuestra familia debe ser usado buscándole a Él, meditando en su palabra. Cualquier otra cosa que intentemos usar para llenar ese vacío será miserablemente pequeño.
13 Con Dios está la sabiduría y el poder;
Suyo es el consejo y la inteligencia. Job 12:13
13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. Isaías 41:13
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1:8
Asimismo, la compañía que busquemos durante este tiempo deberá ser de personas quienes nos ayuden a fortalecernos y ser edificadas en nuestro papel como esposa y madre, no para debilitar la base de nuestro hogar. A través del consejo de quienes nos alientan a buscar nuestra propia satisfacción, solo lograremos llenarnos de resentimiento.
Siempre habrá días en que tendremos la oportunidad de hacer cosas a solas o con otras mujeres, pero si tenemos contentamiento en el papel que Dios nos ha dado, entonces ya no nos aferraremos a esos momentos como la única forma de mantener nuestra salud mental. Nuestra necesidad de “tiempo para mí” se irá desvaneciendo al ir viendo la maternidad como una bendición de la que no desearemos escapar, sino abrazar con gozo.
12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,

Que traigamos al corazón sabiduría. Salmos 90:12
Amy Roberts y su esposo Ty educan a sus hijos en el hogar y son padres de 6 niños. En febrero del 2008 su pequeña bebé Emily falleció a la edad de 7 meses, haciendo palpable la verdad de que el tiempo con nuestros hijos es demasiado corto para desperdiciarlo buscando nuestro tiempo a solas.
Amy Roberts
universocristiano.com