lunes, 24 de noviembre de 2008

El plan de Dios


Lectura: Génesis 50:15-21

(Proverbios 16:9) El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.

Un hermano que conozco tenía el pleno propósito de ser un gran futbolista y se dedicaba con esmero para desarrollar su habilidad en éste deporte en la nación mejicana. Pero un día fue lastimado durante un partido y fue de tal grado su lesión que tuvo que poner a un lado, por lo menos temporalmente su anhelo.
Pero, durante su tiempo de recuperación se puso a practicar el piano a solas y cantar cánticos a Dios que salía de su propio corazón; una cosa que nunca había hecho antes. Lo más que él cantaba, más se llenaba su vida con el gozo del Señor. El día de hoy las alabanzas que el Señor ha dado a nuestro hermano se entonan en casi todas las iglesias de habla castellano en el mundo entero.

No quiero hablar como egoísta pero ¡Gracias a Dios que no se realizó su sueño de ser un gran futbolista! Conociendo al hermano de quien hablo, estoy absolutamente seguro que ahora él también esta agradecido que sus primeros sueños no se realizaron.

Muchos no se aprovechan de la oportunidad que Dios presenta a sus vidas de entrar en una esfera más alta del plan de Dios para sus vidas. Ignoran por completo estas grandes oportunidades porque la vida no ha salido como ellos la tenían planeada. Pero si somos hijos de Dios, no hay tal cosa como un sueño frustrado. Primeramente hay que recordar que nuestra vida no es nuestra, y si hemos orado alguna vez, “Hágase Tu voluntad...” (Mateo 6:10) debemos entender que Dios sí, esta haciendo Su voluntad sobre la nuestra. ¡Gracias sean dadas a Él!

Lo que pasa es que a veces nos encontramos tan enfrascados en nuestros propios planes que pasamos por alto lo que nuestro Señor quiere para nosotros. A veces nuestros sueños frustrados son el resultado de la imposición de nuestra voluntad sobre la de nuestro Dios, a que decimos que amamos. Su amor por nosotros es tan grande que Él se ve forzado a entrar y destruir nuestras maquinaciones para rescatarnos de una destrucción segura y total. Cual destrucción resultaría infinitamente más dolorosa que lo que experimentamos con nuestras aflicciones pasajeras.

José descubrió esto después de doce largos años de sufrimiento y angustia. Él tenía el sueño de ser un gran líder y quizás intentó imponer su autoridad prematuramente sobre sus hermanos. Pero la manera que Dios tenía en mente para realizar Su plan divino José nunca hubiera escogido voluntariamente. No obstante, el plan de Dios resultó ser inefablemente mejor y de un alcance mucho más allá de nuestra habilidad natural de comprender.

CUANDO ALABAMOS A DIOS POR FE, ÉL NOS PUEDE REVELAR SU PROPÓSITO DE LAS COSAS QUE PASAN EN NUESTRAS VIDAS.

(Proverbios 20:24) De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?

Hno. Prince Parker

Link: Entre Cristianos

No hay comentarios:

Publicar un comentario